dissabte, 13 de desembre del 2014

Avilés: Queja por el ambiguo epitafio colocado en las placas que vacía de contenido el recuerdo de los asesinados.


http://www.lne.es/aviles/2014/12/13/monolitos-memoria/1685363.html

Monolitos de memoria

Queja por el ambiguo epitafio colocado en las placas que vacía de contenido el recuerdo de los asesinados

13.12.2014 | 05:52
Monolitos de memoria
Monolitos de memoria
Una de las reivindicaciones de las asociaciones Memoria y desde su nacimiento ha sido la señalización de los lugares clave de la represión, los lugares donde se encuentra una parte de su errado destino, donde se acaba la vida y las esperanzas de aquella España de 1931, herida de muerte por un golpe de Estado de carácter fascista. La batalla entorno a la Memoria de la represión y de la guerra civil se ha reproducido en muchos escenarios públicos, llegando incluso a generar todo un proceso legislativo, culminado con la Ley de Memoria Histórica que con los años, se ha mostrado insuficiente. Hoy en día los partidos del 78 siguen aborreciendo incitativas de este tipo y continúan teniendo reservas a la hora de expresar su implicación con los relatos alternativos al discurso oficial sobre la Guerra Civil y la posterior represión política ejercida por la Dictadura. Esta semana hemos conocido que por fin, en Avilés se van a señalizar varios de esos lugares con una serie de monolitos, uno ellos se va a situar en las puertas de la llamada Quinta Pedregal, el ojo del huracán de aquella política represiva y ejercida por el régimen franquista; otro en el Cementerio de La Carriona y el último en la cercanías de la fosa de la Pinera. Se cumple pues una de las principales luchas del movimiento de memoria democrática en Avilés, la lucha contra el olvido y la visualización de los sucesos ha sido uno de los objetivos desde el comienzo de la llamada Memoria Histórica.
Saludamos gratamente la señalización, no sin reservas en el caso de la Pinera ya que la ubicación elegida para el monolito no coincide con el lugar exacto de la fosa; hacemos nuestra la iniciativa sino fuera por el hecho epitafio colocado en dichas placas y que reza así: "A los que dieron su vida por la libertad y la democracia". La ambigüedad de este texto, este impreciso relato que nos vuelve a trasladar a una memoria oficialista, cargada de reservas a la hora de relatar los hechos y que vacía de contenido la lucha de los familiares, la memoria de los asesinados y represaliados por el franquismo. Una cita tan indefinida no coincide con nuestro deseo de dar conocer los hechos y deja burlada la memoria de los allí desparecidos.
La represión de los sublevados, la represión franquista en Avilés se enmarca en una operación de limpieza en todo el Estado, una razzia colectiva y organizada con el objetivo prioritario de exterminar el movimiento republicano, democrático, obrero y antifascista. 400 desaparecidos, cientos de condenas a Muerte, familias desahuciadas, campos de concentración, dolor y trauma resumen nuestra memoria de aquellos años.
Más peligroso hoy en día son los relatos nacidos en el propio franquismo que, más o menos modificados, han sobrevivido en el discurso del régimen del 78, la responsabilidad colectiva y la ambigüedad del discurso son sus líneas maestras, intentando alejarse de relato histórico, del análisis de los hechos y de la carga política de ese escenario histórico.
Nosotros revindicamos una memoria democrática, pero republicana, uno de los componentes esenciales de los luchadores y víctimas que murieron en la Quinta Pedregal es su alineamiento con la causa republicana, el caso de Higinio Sierra o Lumen, revisen los juicios e interrogatorios y pronto se darán cuenta. Reivindicamos una memoria antifascista, no se puede desligar la resistencia de las victimas de ese movimiento que, por cierto, no genera tanta polémica en otros lugares de la Europa occidental, es más el espíritu del 45 y de la socialdemocracia moderna parte de ese principio, ¿Por qué negarlo? Acaso las cartas que se publicaba Lumen en mayo del 37 no exhortan a esa defensa de la democracia contra el fascismo, acaso no era una de las prioridades del discurso de las democracias en aquellos años.
Llevamos años pidiendo esos monolitos y revindicando una implicación del Estado con la Memoria democrática y republicana, la ruptura del discurso ambiguo y tergiversado por las "responsabilidades políticas del momento". La causa republicana del 36 puede estar manchada de errores, las guerras civiles y las luchas de resistencia se mueven en terrenos movedizos. Puede que al gobierno municipal no le guste por causas ideológicas o por su concepción monárquica del Estado. Pero ello creo que, en honor a sus antepasados, no les impida hablar de una España democrática y antifascista que generó una reacción brutal por parte de unas élites conservadoras que aplicaron todos los instrumentos de violencia en su poder para exterminar toda esperanza democrática. Vaciar el contenido de nuestro recuerdo y construir discursos imprecisos sobre el pasado no deja de ser una intención de formatear la Memoria colectiva.