dijous, 26 de novembre del 2015

La ARMH exhuma el viernes la fosa de una mujer y su hijo en Villafranca.



http://www.diariodeleon.es/m/noticias/bierzo/armh-exhuma-viernes-fosa-mujer-hijo-villafranca_1026326.html


25/11/2015 C. FIDALGO | PONFERRADA
Vicenta López.Vicenta López.
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La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) retomará este viernes las labores de exhumación de la fosa anónima en el cementerio de Villafranca del Bierzo donde reposan los restos de Vicenta López y su hijo Jesús Camuñas López, asesinados en 1948 durante su traslado a un calabozo y después de alojar en su casa de Castañeiras (Balboa) a dos guerrilleros que habían matado en la vivienda a un agente de policía.
La exhumación se llevará a cabo en presencia de una de las hijas de Vicenta López, Milagros Camuñas, que viajará desde Barcelona para ser testigo de la recuperación de los cuerpos. Milagros Camuñas, de 78 años de edad, espera que los restos de su madre y su hermano puedan recibir sepultura, o bien en el mismo cementerio de Villafranca, pero en una tumba digna, o bien en el de Balboa si las gestiones de la ARMH para encontrarles nicho fructifican. «Cuando me muera quiero ir con mi madre. Quiero que pongan mis cenizas con ella», decía el pasado 8 de noviembre a este periódico.
Vicenta López, viuda y madre de sus hijos, y Jesús Camuñas murieron asesinados la noche del 28 de octubre de 1948 en el kilómetro 11 de la antigua carretera de Madrid a La Coruña, cuando eran conducidas al calabozo de Villafranca. Horas antes, un agente de policía de Balboa, Sabas Andrés Pérez, conocido de Vicenta López, había muerto tiroteado en su casa tras confundir a una de las guerrilleras antifranquistas con una prima de la familia. Vicenta López no había tenido otro remedio que alojar a dos de los guerrilleros de la partida, según ha relatado la propia Milagros Camuñas, que tenía 10 años en el momento de los hechos. Su hermano Eduardo, de 17 fue torturado antes de quedar libre, y Aquilino, el mayor, pasó más de un año en prisión. Milagros contactó con la ARMH al descubrir, indignada, que el certificado de defunción de su madre ponía que había fallecido «de muerte natural».