divendres, 18 de desembre del 2015

El Ateneo Español de México solo tiene fondos para aguantar hasta finales de enero.


http://elpais.com/elpais/2015/12/17/opinion/1450377857_494949.html


La memoria del exilio, abandonada

El Ateneo Español de México solo tiene fondos para aguantar hasta finales de enero

No deja de ser curioso que a cualquiera en España se le llene la boca de un tiempo a esta parte con el latiguillo del respeto a la "memoria histórica", incluso que haya hasta funcionarios políticos en algunas autonomías dedicados a eso, cuando al tiempo los estudios de historia, geografía y filosofía van desapareciendo y las instituciones dedicadas realmente a preservarla agonizan por falta de recursos y desidia oficial.
Hace unas semanas este periódico informaba del cierre de la Casa Buñuel en México debido en gran parte a la sempiterna descoordinación entre los ministerios de Cultura, Educación y Exteriores. Ahora le toca el turno al Ateneo Español en la capital mexicana, símbolo del exilio republicano fundado en 1949 y centro de estudios, con una biblioteca de más de 21.000 volúmenes, esta vez sí, de la memoria histórica de España y de México, con fondos para aguantar solo hasta finales de enero.
Es emocionante para un español acercarse al número 6 de la calle Hamburgo, en el centro de Ciudad de México, y visitar la vieja sede del Ateneo y recorrer sus salas y biblioteca, tener la oportunidad de conocer los libros, diarios, folletos, carteles, que se editaron durante décadas con tanto esfuerzo como talento para preservar la otra España, la mejor, la que pudo ser y no fue. Un poco más allá, a tan solo unos pasos, en la calle Londres, el viajero informado podrá ver lo que queda del palacete que una vez albergó la Embajada de la República española. Por eso, es tan triste como imperdonable saber, pero sobre todo sentir, que si se cierra el Ateneo se cerrará otro capítulo más de la historia de España, la de la voz de los vencidos y su contribución a una edad dorada de México, que caerá en el olvido otro capítulo de la presencia española en América para las generaciones venideras.
La gigantesca y pionera operación de solidaridad internacional que puso en marcha el presidente mexicano Lázaro Cárdenas a finales de los años 30 y primeros 40, superando tremendos obstáculos en un contexto de guerra mundial y fuerte oposición interna a dar refugio a los rojos españoles, para salvar la vida a miles de exiliados que nunca tendrían ni piedad ni perdón en la España de Franco, contribuiría años después a la modernización de México. Larga y conocida es la lista de escritores y artistas —León Felipe, Max Aub, Luis Buñuel, Ramón Gaya, Tomás Bilbao, Rodolfo Halffter, José Gaos, Luis Cernuda, Emilio Prados…— que pudieron desarrollar su obra en México. Más desconocida es la participación de los profesionales —médicos, ingenieros, economistas, profesores…— en aquella tarea.
En 1978 México y España restablecieron relaciones diplomáticas. Como recuerdo queda hoy en la colonia Roma del DF una réplica de La Cibeles de Madrid. Sin embargo, sobran dedos de una mano para encontrar una calle dedicada a Lázaro Cárdenas en las ciudades españolas. ¿Memoria histórica? Más bien, habría que hablar de olvido histórico, negligencia histórica.


“No podemos dejar morir al Ateneo”

Pensadores, historiadores y artistas mexicanos piden que se salve a la institución emblemática del exilio republicano

 México 18 DIC 2015 - 03:09 CET

El Ateneo Español en la Ciudad de México
El Ateneo Español en la Ciudad de México. / SAÚL RUIZ
La agonía del Ateneo Español en México tiene quien le resista. Intelectuales y artistas mexicanos han salido en defensa de la institución que ha simbolizado durante décadas la efervescencia cultural del exilio republicano. Frente a su declive económico, que lo ha situado al borde del colapso financiero, pensadores y artistas como Enrique Krauze, Juan Villoro, Clara Lida, María Luisa Capella y Tatiana Bilbao piden la intervención inmediata de los gobiernos tanto de España como de México. Para ellos, rescatar el Ateneo es salvar un capítulo clave de la historia de ambos países. “Es un legado para la memoria”, afirma Krauze.

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Enrique Krauze. El autor de Siglo de caudillos y La presidencia imperialno tiene asomo de duda: hay que ayudar inmediatamente al Ateneo Español. “Una de las tareas que debe asumir México y la nueva Secretaría de Cultura es el apoyo de esta institución benemérita. Los artistas e intelectuales que fundaron el Ateneo Español hicieron una contribución enorme a las humanidades en México. Y no podemos permitir que ese legado se pierda por dificultades económicas. Es más deberíamos complementar el rescate económico con un abordaje en profundidad del trabajo editorial y documental de esos exiliados. Yo haré mi parte, entre otras muchas cosas, porque también yo soy deudor de la obra de ellos y fui amigo personal de León Felipe, nada menos que el fundador”.
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Juan Villoro. "El Ateneo Español de México es un sitio clave para nuestra cultura, por su magnífico edificio, por su biblioteca, por la larga tradición de quienes ahí han participado. Es lógico que no reciba mucho apoyo de sus miembros, pues aglutinaba a exiliados cuyos descendientes son mexicanos. La influencia del exilio republicano en nuestro país fue inmensa, del cine de Luis Buñuel a la arquitectura de Félix Candela, pasando por la poesía de Luis Cernuda y muchas áreas de la ciencia. El Ateneo fue concebido como un refugio transitorio, pero el exilio duró demasiado. El editor Ricardo Cayuela Gally, bisnieto de Lluis Companys, lo dice a la perfección: 'ser exiliado español en México se convirtió en una forma de ser mexicano'. La responsabilidad de custodiar el Ateneo es nuestra, pues su legado nos pertenece. No debe salvarse con fondos de España sino con los del país al que pertenece. Es una tarea para la naciente Secretaría de Cultura y para el gobierno de la ciudad, cuyo Secretario de Cultura es el poeta Eduardo Vázquez, quien también proviene del exilio español y escribió un poema notable sobre la Casa de España en México".
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Tatiana Bilbao. La arquitecta estrella de México siente la crisis del Ateneo en carne propia. Su abuelo, Tomás Bilbao, ministro de la República, fue uno de los fundadores de la institución, junto a León Felipe, Luis Buñuel o Rodolfo Halffter. “Es escandaloso, hay que ayudarles. No podemos dejarlo morir. Es verdad que falta involucración de los nietos del exilio, pero no bastará con apoyos individuales. Un sitio de este tipo no puede funcionar sólo con la involucración de los socios. Más allá de las actividades que realicen, forma parte del acervo de este país y es responsabilidad, por tanto, del Gobierno. Del mexicano y del español. Lo pena es que, como siempre, lo primero que recortan es la cultura”.
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Clara Lida. Directora de la cátedra México-España del Colegio de México.“El Ateneo es una de las instituciones más representativas y paradigmáticas del exilio en México. Ha sido capaz de conjuntar ese vasto éxodo sin tomar posturas políticas, pero integrando sus valores éticos en la sociedad mexicana. Pero además es la gran biblioteca y archivo del exilio español en América Latina. Esta crisis es lamentable. Siendo una institución para salvar la memoria se han olvidado de ella tanto el Gobierno de España y como los hijos y nietos de los exiliados. Todos han dado por sentado que el Ateneo funcionaba solo. Pero una institución de este tipo necesita de apoyos”.
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Ricardo Cayuela. Bisnieto del fusilado presidente de la Generalitat de Cataluña, Lluís Companys, y director editorial de Penguin Random House México. “El exilio, como hecho histórico, obviamente se ha ido diluyendo. Fue un éxodo sin regreso y los republicanos dejaron de sentirse españoles y se volvieron mexicanos. Me parece triste que el Ateneo pueda desaparecer, lo deseable es que siga, pero que no sea no sólo una institución para el exilio, para la nostalgia, sino también una entidad mexicana, abierta a los retos de esta sociedad. Así ocurrió con el Colegio de México y ahora, ya integrada, es una institución de élite mexicana. El exilio, a fin de cuentas, es una forma de ser mexicano”.
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María Luisa Capella. Coordinadora de la Centro de Estudios de Migraciones y Exilios, de la UNED. “Es desesperante. El Ateneo tiene un tesoro único, que son su biblioteca y su archivo. Que nadie lo dude, esa biblioteca es la más valiosa sobre la historia del exilio republicano. Sería un horror perderla. Hay mucho que hacer todavía para difundir ese patrimonio por el mundo. Porque además es un archivo que va creciendo, va recibiendo nuevos legados. El Ateneo no puede morir. Hay que actuar ya”.


http://cultura.elpais.com/cultura/2015/12/17/actualidad/1450387365_606107.html

“España debe asegurar su futuro”

Representantes de la cultura española critican el estado del centro


También desde España varios intelectuales han alzado la voz en contra del posible cierre del Ateneo Español, por considerarlo una pérdida para su propia historia.
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José Manuel Caballero Bonald, poeta y premio Cervantes

“Estoy abrumado con la noticia. Es una infamia que un lugar tan importante para la historia de España languidezca de esa manera por culpa del recorte de las subvenciones. Es como si en España pareciera innecesaria la cultura. El Gobierno español tendría que comprometerse con su mantenimiento, por lo menos como un recuerdo justiciero de lo que fue el exilio. Debe asegurar su futuro”.
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Julián Casanova, historiador

“Hay un envejecimiento natural de los socios, cuyas cuotas no son suficientes, y una dejadez del Gobierno español. Es verdad que el Ateneo está dentro del territorio mexicano, pero es una prueba de que en España no se han cuidado esos lugares de memoria. Y son muy importantes porque ayudaron a preservar y crear parte de la historia de este país. Debería crearse una especie de museo, al ser un ejemplo del cruce de caminos de muchas clases de personas e ideologías; e incluso promoverlo como algo que visitar en México”.
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Andrés Trapiello, narrador

“Es lamentable que una institución como esta esté al borde del cierre. No costaría mucho mantenerla abierta. Si es así se cerraría en falso la memoria del exilio español, concretamente la de México, que es la historia de lo mejor que se fue de España tras la Guerra Civil. Se podría hacer un centro de estudio permanente y potenciarlo como biblioteca del exilio. Es una doble deuda del Estado español con sus exiliados y del mexicano con esos intelectuales”.

El Gobierno español rinde cuentas

M. GONZÁLEZ
Tras la voz de alarma del Ateneo, el Gobierno español defiende su actuación. Fuentes de la Agencia Española de Cooperación Internacional y para el Desarrollo (AECID) indicaron ayer que, pese al drástico recorte de su presupuesto, la cooperación con la entidad “no se ha interrumpido en ningún momento”. Entre 2008 y 2012, recibió ayudas de la AECID por 497.500 euros para, sobre todo, catalogar y digitalizar su archivo. En los dos últimos años, 15.000 euros. “La parte más importante para salvaguardar el patrimonio ya está hecha. Ahora hay que culminarla”, agregaron las mismas fuentes.
El Ministerio de Cultura también insistió ayer en que su compromiso para mantener el Ateneo “ha sido sostenido y firme en el tiempo”. Y pone de ejemplo la inversión de unos 16.000 euros anuales para recuperar documentos de exiliados españoles a través de Portugal y del consulado de México en Francia o para desarrollar un proyecto con la UNED y la Fundación Pablo Iglesias el año que viene. Fuentes del Ministerio también destacaron diversas actividades organizadas, como presentaciones y conferencias. Y recuerdan que el pasado noviembre, el Ateneo donó al Museo Reina Sofía material bibliográfico que incluye textos de Juan Negrín e Indalecio Prieto.