dissabte, 1 d’abril del 2017

MEMORIA / CAÑAS DE AZÚCAR. Francisco Pimentel.




(Publicado en Ronda Semanal el Sábado 01.04.2017)

Desde Algeciras de mi querido amigo Luís Antonio García Bravo, que es el mejor investigador de nuestros guerrilleros antifascistas y por ende un enamorado de Ronda y su Serranía, he recibido un escrito que  por espacio sintetizo:

“Ya habíamos organizado el primer encuentro sobre la guerrilla antifascista en el Campo de Gibraltar los días 12-14 de abril del año 2002, cuando me llamó mi gran amigo e investigador Jesús Castro para presentarme a Benito Muñoz y Jerónimo Cózar, los dos hijos de padres asesinados por el franquismo.

En aquella primera entrevista ya comenzaron a aportarnos datos a través de sus  testimonios orales, de cuánto les tocó vivir a ellos y a sus familias, así nació una gran amistad, que apenas unos días después se vería incrementada con quien fue un gran luchador anarquista Francisco Serrano, todo un personaje quien también nos dejó un gran legado de lo que fue su vida cuando ya había cumplido 101 años. Los tres nos aportaron sus testimonios y vivencias, unos como hijos y el otro como combatiente en primera persona. Agradecido para siempre han quedado en mi recuerdo y en lo más profundo de mi corazón.

Es por lo que he querido recordarles, en estas fechas tan cercanas al 14 de abril. Hoy quiero empezar mi reseña con Jerónimo Cózar, por estar su historia muy relacionada con aquella tragedia de la carretera de Málaga, lo que conocemos por "la huía" y de la que hace ya 80 años.

Jerónimo, nombre que tuvo que adoptar obligado por la prudencia, ya que el nombre que su padre escogió era el de Progreso. Su padre era anarquista miembro de la CNT y policía municipal en la Villa de Los Barrios (Cádiz) fue detenido el 23 de julio de 1936 por las tropas franquistas y recluido en el Cuartel de Escopeteros en Algeciras. Sería fusilado el 31 de agosto de 1936, junto a otros cinco compañeros.

Cuando se conocieron le contó Francisco Serrano a Jerónimo Cózar que coincidió con su padre en la cárcel de Algeciras y que le llamó la atención el mal aspecto que traía y su mal estado físico por la violencia de los interrogatorios. Aquel relato le sorprendió a Jerónimo quien además de quedar impresionado quedó muy triste porque él nunca supo que, antes de ser asesinado, a su padre lo maltrataron de aquella manera tan cruel.

De esta forma el fascismo dejo a un niño con apenas un año de edad huérfano de padre y sin nombre, al amparo de su madre viuda y señalada. Huyeron de Algeciras hacia Málaga y una vez más la tragedia siguió ensañándose con ellos y tuvieron que huir como tantas familias por la carretera de Málaga a Almería en lo que todos conocemos como "la huía". Y contaba Jerónimo con los ojos llenos de lágrimas, cómo su madre pudo salvarle la vida, relatos que su madre le contaría cuando él ya pudo comprender y ante sus preguntas de por qué mataron a su padre.

La madre herida por el dolor de la muerte de su marido y ante los acontecimientos que sucedían una vez iban siendo los pueblos de la comarca del Campo de Gibraltar ocupados por las tropas rebeldes, y la represión que se ejercía contra la población civil, decidió huir hacia Málaga, que aún estaba en poder de la república, siempre con su hijo Jerónimo en brazos. A la llegada de las tropas rebeldes a la capital Málagueña, huyó hacia Almería por aquella carretera de muerte y desesperación, donde los barcos fascistas y la aviación se ensañaron con una población civil, cansada y hambrienta. Su madre se quedó sin leche para amamantarlo, pero cuando podía, mientras caminaba cogía caña de azúcar y apartándose del camino, hacía una parada y con una piedra machacaba la caña de azúcar y el zumo se lo iba untando en sus pezones secos, acercándolo a su boca para que chupara el zumo, así fue, decía Jerónimo, como mi madre consiguió salvarme no sólo de las metrallas de las aviones fascistas y de los cañonazos de los barcos, sino también del hambre.

Aquel relato de la vida de mi amigo Jerónimo, me dejó impresionado y haciendo este poema para todas las madres que tuvieron que afrontar aquel camino de muerte y sinrazón que fue la carretera de Málaga”  (Poema en Facebook: Memoria Histórica Ronda).

Francisco Pimentel
Facebook: Memoria Histórica de Ronda