dimarts, 17 d’octubre del 2017

PRIMERES JORNADES SOBRE EL CAMP DE CONCENTRACIÓ DE PORTACOELI







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COMISIÓN COORDINADORA DE COLECTIVOS DE MEMORIA HISTÓRICA Y DE VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO

!BASTA DE 
IMPUNIDAD FRANQUISTA!



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Porta Coeli, el monasterio medieval reconvertido en campo de concentración franquista



Porta Coeli monasterio reconvertido campo concentración franquista
Cuando se habla de campos de concentración se tiende a pensar automáticamente en el más de millar y medio construido por los nazis por toda Europa durante la Segunda Guerra Mundial o en los años anteriores, desde su subida al poder. Sin embargo, el concepto es medio siglo anterior, remontándose primero a las concentraciones de población ordenadas por el general español Weyler para tratar de impedir que los insurrectos cubanos obtuvieran suministros de ella, y después a los campos de prisioneros en los que el ejército británico encerró a los bóers tras la segunda guerra que libró contra ellos.
Pero quedan en un agujero de la memoria los instaurados en España por el régimen franquista al término de la Guerra Civil, en los que fueron recluidos los militares republicanos (en realidad no sólo ellos sino también presos comunes y homosexuales) que, a partir del fin de las hostilidades en 1939, se libraron de la ejecución por no atribuírseles responsabilidad directa y considerarse que eran “recuperables”. Los campos se crearon por la necesidad de dar respuesta a la enorme cantidad de gente que se iba apresando ya desde la mitad de la guerra y que al acabar ésta sumaba cientos de miles personas.
Consecuentemente, en 1940 se designó al general de brigada Camilo Alonso Vega para encargarse de supervisar los diversos campos de concentración que fueron naciendo bajo la coordinación del SCPM (Servicio de Colonias Penitenciarias Militarizadas), dice algún autor que con asesoramiento de Paul Winzer, el hombre de la Gestapo en España que, al parecer, incluso dirigió uno de los campos, el de Miranda de Ebro (el último que estuvo activo, por cierto). Llegaron a sumar ciento ochenta y ocho desde el primero, creado ya en julio de 1936, hasta 1947, en que cerró el último (Miranda de Ebro precisamente). Una cifra considerable pero que se debió a que, a lo largo de esos años, la población reclusa alcanzó el medio millón de individuos.
Porta Coeli monasterio medieval reconvertido campo de concentracion franquista
Algunos de esos campos se construyeron ex profeso, como el de Castuera (Badajoz). Otros aprovechaban las características del terreno, como el de Saltés, una isla fluvial de Huelva rodeada de marismas. Alguno ya existía en tiempos de la República, caso del de Albatera (Alicante), que se considera el más duro de todos por las inhumanas condiciones y las sacas que en él se produjeron. Pero seguramente el más insólito fue el que reutilizó la Cartuja de Porta Coeli, un cenobio valenciano fundado en la Edad Media de dimensiones tan grandes que tras sus muros quedaron encarcelados alrededor de cuatro mil cuatrocientos presos, si bien algunos amplían la cifra a ocho mil.
Los monasterios medievales eran como auténticos pueblos en miniatura. Organizados en torno a la abadía tenían una serie de variadas dependencias distribuidas en varios edificios, entre las que se contaban cocinas, refectorio, biblioteca, sala capitular, claustro, sala de trabajo, hospedería, portería, cuadras, celdas y múltiples talleres, dependiendo de la importancia, el tamaño y la riqueza de la comunidad establecida. Es lógico que complejos así, que con el cambio de los tiempos y costumbres fueron vaciándose hasta quedar, en algunos casos, en estado de abandono y/o ruina, se intentaran reaprovechar para otros usos. En unos casos pasaron a acoger bodegas, en otros cuarteles militares, alguno se reconvirtió en alojamiento…
Porta Coeli lo fundó en el año 1272 el obispo de Valencia Andrés de Albalat para albergar a unos cartujos procedentes del Priorato de Scala Dei (Tarragona). Desde su modestia inicial fue creciendo progresivamente, añadiendo construcciones hasta convertirse en un enorme complejo con una iglesia gótica, cuatro claustros e incluso un acueducto. En 1835 quedó vacío por la Desamortización de Mendizábal y pasó de mano en mano hasta que el estado decidió convertirlo en un hospital para enfermos de tuberculosis en 1898.
Plano del monasterio en el siglo XV
Plano del monasterio en el siglo XV
Es curioso y siniestro a la vez que muchos de los reclusos republicanos internados allí tras su reapertura como campo de concentración en 1939 eran tuberculosos. Una considerable parte de ellos quedaban, pues, incapacitados para trabajar y quizá por eso o porque se los consideró incurables, terminaron fusilados: dos mil doscientos treinta y ocho, para ser exactos, según indica el registro civil de la localidad de Serra donde se ubica el monasterio. Y es que los trabajos forzados eran comunes: esta mano de obra semiesclava se empleó en obras de carácter público, como carreteras, pantanos, canales, líneas férreas, etc.
La vida en Porta Coeli revestía condiciones parecidas de dureza a otros, entre hacinamiento, hambre, insalubridad, humillación, abusos, epidemias… Aunque, al menos, en ese campo había agua potable. Nada más llegar, los presos eran despojados de sus pertenencias, incluida la guerrera, y se quedaban sólo con una manta. Los paquetes de comida, ropa y tabaco que enviaban los familiares solían reparírselos entre los guardianes y a veces ni eso, pues algunos testimonios cuentan un infame ritual en el que los reclusos eran obligados a formar en el patio y cantar el Cara al sol mientras los fardos eran rociados con gasolina y quemados.
Porta coeli monasterio medieval reconvertido en campo concentracion franquista
Este tipo de acciones y otras, como la entrada de grupos de falangistas a seleccionar internos para depurar saltándose la autoridad militar del campo, llevaron al segundo jefe de Porta Coeli, el capitán de la Guardia Civil Emilio Tavera Domínguez (que a la sazón tenía sesenta y cinco años y estaba ya retirado cuando recibió la orden de incorporarse a ese destino), a escribir una carta a Franco denunciando tales irregularidades. Tavera fue apoyado por otros oficiales, que hablaron de un estado de “animalización” del sistema.
Según el Tribunal de Cuentas, el campo de Porta Coeli, que había pasado a tener la categoría de prisión, se cerró en 1941. En 1943 el sitio fue adquirido por la Diputación Provincial y al año siguiente se volvió a instalar allí una comunidad de monjes cartujos, que ahí sigue. En 1947 se acometió la restauración y rehabilitación del patrimonio arquitectónico y el lugar luce espléndidamente, protegido como Bien de Interés Cultural; un remanso de paz y silencio que deja atrás pero no borra aquellos años negros. Stat Crux dum volvitur orbis (o sea, La cruz permanece estable mientras el mundo gira, lema de la orden cartuja).

Campos de concentración españoles (Cartuja Porta Coeli)

Con la lectura de este actículo, conoceremos un monasterio perteneciente a la Orden de los Cartujos, situado en la vall de Lullén, en el término municipal de Sera en la comarca del Campo de Turia perteneciente a la provincia de Valencia (España).
Fray Andrés de Albalat, obispo de Valencia, funda esta cartuja el día 5 de septiembre del año 1272, aunque su primera piedra no es colocada hasta el año 1274, siendo esta cartuja la primera construida en tierras valencias.
En sus comienzos la Cartuja Porta Coeli fue muy modesta, constituida por una ermita, un patio cerrado y celdas para albergar a los religiosos llegados de la Cartuja de Escala Dei de Tarragona, aunque posteriormente fue frecuentada por reyes, papas, cardenales y militares.
Inés Pedrós Alpicat, conocida como Inés de Montcada, fue expulsada del convento al descubrise que era una mujer y se refugió en una cavidad cercana a la cartuja, en el monte de la Cantera, donde residio durante 20 años, viviendo una vida de soledad y oración hasta el año 1428.
El prior de la cartuja fue Bonifacio Ferrer.
El año 1385, se comienza la construcción de la iglesia mayor, en estilo gótico valenciano, así como las demas dependencias, contrucciones financiadas economicamente por Margarita de Lauria.
En el año 1400, es consagrada la iglesia bajo la protección de Martín I de Aragón, posteriormente se añadieron a la iglesia dos claustros renacentistas.
Entre los muros de la Cartuja de Porta Coeli, fue escrita la Biblia Valenciana, siendo traducida del latín al valenciano por Bonifacio Ferrer, entre el año 1477 y 1478.
El año 1498, la Inquisión ordena entregar y quemar todas las copias de la Biblia Valenciana, por considerarla peligrosa para la fé.
El año 1571, el prior Miguel de Vera, fue denunciado a la Inquisición por enseñar doctrinas luteranas, siendo desterrado de Valencia por 10 años, aunque antes de cumplirse la sentencia los monjes solicitaron a los inquisidores que regresara a la cartuja.
El año 1835, la cartuja es exclaustrada y subastada junto a sus dominios, siendo adquirida por Vicente Beltrán de Lis, comerciante, político y banquero de la Casa Real.
La cartuja es embargada por el Estado a uno de los descendientes de Vicente Beltrán a causa de sus problemas con hacienda, pasando esta a ser propiedad de Lino Alberto Reig en el año 1872.
La cartuja se convierte en un hospital para tuberculosos en el año 1898.
Tras terminar la Guerra Civil Española, el año 1939, los terrenos de la Cartuja de Porta Coeli se convirtieron en un campo de concentración, el cual albergo unos 4.400 presos republicanos, calculandose que 2.238 presos fueron fusilados.
Según nos cuenta Ballester Artigues, los detenidos provenian de la comarca alicantina de Marina Alta, recibiendo un trato inhumano hasta el punto que de los prisioneros eran reunidos en patio y delante de ellos rociaban de gasolina los viveres enviados por los familiares de estos con gran esfuerzo, siendo estos quemados, mientras los presos eran obligados a cantar el Cara al Sol con el brazo levantado.
El año 1941 se cierra el Campo de Porta Coeli, teneniendo es esas fechas la denominación de prisión.
La Diputación Provincial compra la cartuja el año 1943.
El año 1944 la cartuja es ocupada por monjes venidos de la Cartuja de Miraflores de la provincia de Burgos.
El año 1947 se restaura y rehabilita el patrimonio arquitectónico considerandolo Bién de Interés Cultural,
El año 2011 los cartujos abandonan la Cartuja de Aula Dei trasladándose a la de Porta Coeli, quedando unicamente tres cartujas activas en España; Porta Coeli, Miraflores y Montealegre.

Imágenes de campo de concentracion de porta coeli   y otros.